¡Ya es verano! ¿Vacaciones sexuales o mejor irse de putas?

Es una fea expresión esa que habla de turismo sexual. Como si lo de pegarse un atracón fuera algo malo cuando uno está de vacaciones. Quizás lo reprochable sea pensar que puede llegar a ser necesario tener que pagar vuelos y hoteles para poder darse un revolcón. Vale, follar en el País Vasco a veces no es tan fácil. Y el resto de España puede que no sea jauja siempre. Pero viajar polla en mano nunca está mal.

El asunto es, ¿y dónde nos vamos de viaje si queremos follar además de visitar? Algunos dirán que Cuba o Tailandia son destinos que no defraudan. Y es bien cierto. Pero ya solo el billete para irse un par de semanas ahí equivale a irse de putas en España unas diez veces. Para aprovechar tan exóticos destinos hay que ir con ganas de pegarse un festín y tirar de al menos dos polvos por día. Eso sí que son unas vacaciones sexuales.

Lo de las vacaciones sexuales es algo que uno ha de mirar con lupa.

Porque a veces basta con quedarse en el barrio y tirar de putas. O con irse a unas de las bonitas playas españolas y buscar servicios profesionales. Porque con lo del turismo de folleteo puede pasar lo mismo que con salir de fiesta con la única intención de meterla en caliente. Pongámonos en situación: Se pone uno su mejor camisa y sale de copas.

Las primeras cervezas o cubatas en los bares ya son 20 o 30 euros. Luego, la entrada en la discoteca y las siempre necesarias consumiciones se van como mínimo a los 40 euros. Y la mayoría de las veces estás como un loco tratando de camelarte a alguna dama sin éxito. Son las 6 de la madrugada y estás borracho, sin efectivo y cansado. Menuda resaca la del día siguiente. ¿No es mejor ir directamente a la casilla de salida y con premio seguro? Coges ese dinero que ibas a invertir en una infructuosa noche y vas directamente de putas. A las 2 durmiendo como un niño y sin resaca a la mañana siguiente. Con las vacaciones pasa lo mismo.

Muchos necesitan ir a algún lugar donde piensen que se puede ligar más y a ver si así la meten en caliente.

Pero quieren engañarse a sí mismos y a los demás. “No, yo no voy a Ibiza a ver si me como algo, sino porque me gusta el ambiente”. Luego, claro, acaban con un ciego de alucinar y sin un billete. Pero  de follar ni hablamos.Y, cómo no, están los que van a destinos cercanos que se denominan sexuales. Como el pueblo nudista francés de Cap d’Adje. Donde uno va al súper o a la farmacia en pelotas y se puede follar gratis en la playa. Las discotecas son, además, puro libertinaje y puede follarse como si nada. ¿Suena bien? Pues sí. Pero la realidad es otra:

En Cap d’Adje casi todos los turistas son hombres, hay pocas mujeres y casi todas van en pareja. Las discotecas valen 90 euros y si eres hombre solo no puedes acceder a donde follan las mujeres y parejas. Te puedes hacer la paja en público, eso sí. Todo es caro allá. Al final, un hombre soltero puede ir a la playa y hacer corrillo cuando una pareja folle; con suerte, la dama accederá a que le suelten el grumo los curiosos.

Ante este panorama, ¿no será mejor que seamos consecuentes?

Si quieres unas vacaciones para follar y lo de darte un festín en Tailandia no va contigo, olvida destinos como Ibiza o la francesa Cap d’Adje. Sal de las caras discotecas. Coge el coche y ve a la ciudad que más te guste, sea de mar o montaña, e invierte el dinero en lo que toca. En follar con putas. Ahorrarás y seguro que tus romances serán mejores y con las mujeres que elijas.