BDSM

El BDsm es una término que se utiliza para abarcar un conjunto de prácticas sexuales. Sus siglas en inglés hacen referencia al bondage (atar en inglés) dominación y disciplina, sumisión y masoquismo.

Uno de los principales motivos por los que el BDsm se tiene que escribir de esta manera, viene de la diferencia entre Amos y sumisos. El rol del Amo siempre se escribe con la primera letra en mayúscula, como muestra de respeto hacia el dueño, mientras que todas las palabras referidas al sumiso u objeto a usar siempre se escriben en minúscula.

Con estos primeros términos (Dominación, Disciplina, sumisión y masoquismo) queda claro que el BDsm abarca un gran número de prácticas y juegos sexuales. Pero siempre hay dos componentes clave a la hora de poner en práctica este tipo de juegos: la presencia de un Amo y un sumiso.

El Amo es quién domina en todo momento la situación mientras que el sumiso o sumisa es la que acata toda las órdenes que se le impongan sin rechistar, independientemente de que sean o no de su agrado. Y aquí es donde entra uno de los elementos clave del BDsm: el sumiso o sumisa siempre tiene que querer satisfacer las necesidades de su Amo por lo que todas sus órdenes las acatará con felicidad y excitación.

Lo más normal es que una persona adopte un solo rol, el de Amo o sumiso, aunque en la práctica existen los switch, grupos de personas a las que les gusta adoptar cualquiera de los dos roles en determinadas situaciones.

También destacar que dentro del BDsm hay diferentes niveles. Por mucho que te guste el dolor, no puedes empezar una primera sesión pidiéndole a tu Dómina o Dueña que te pise las pelotas con sus deliciosos tacones.

Hay un nivel de iniciación que irá ascendiendo poco a poco a medida que ganes experiencia. Y es muy importante que tu compañera de juegos conozca perfectamente su rol, de ahí que si buscas una puta sumisa o una Dómina, apuestes por mujeres con experiencia para tener una práctica sexual mucho más satisfactoria.

También es muy importante saber dos elementos claves dentro del BDsm. La primera es crear dos palabras clave con las que poder controlar el juego. El término control es vital dentro de esta práctica sexual, para saber en todo momento que todos los participantes de una sesión BDsm lo están pasando bien. Para ello hay que dejar muy claras dos palabras de seguridad.

La primera palabra de seguridad, que suele ser amarillo aunque cada uno puede pactar de antemano la palabra que quiera, servirá para advertir a tu Dueño o Dómina que estás llegando a tu límite del dolor, de esta manera sabrá si debe mantener el juego que está haciendo o relajar las cosas. La segunda palabra de seguridad, que suele ser rojo, es para pedir que se interrumpa el juego. Si se escucha esta palabra, de forma inmediata se parará lo que se está haciendo ya que el sumiso no puede continuar con la práctica que se está realizando.
El otro elemento clave dentro de una sesión BDsm es la palabra consensuado. Todo lo que vaya a suceder dentro de una sesión de este tipo debe ser pactado de antemano y aceptado por las dos partes.

Por ejemplo la violación es una práctica muy habitual dentro del BDsm. Pero antes de realizar esta práctica háblalo con tu puta para que quede claro que está de acuerdo. No pasa nada por perder unos minutos hablando de si puedes morderle el cuello mientras te follas su culo con rabia o si están permitidos los tirones de pelo o apretar y retorcer un pezón.

De ahí que sea tan importante conocer los límites de tu puta y apostar por una acorde al nivel de BDsm que quieres practicar. Dentro de cualquier práctica sexual relacionada con este mundo es muy habitual utilizar juguetes sexuales. Aquí volvemos a entrar en los diferentes niveles.

Si estás empezando en el sado masoquismo, seas Dueño o sumiso, lo mejor es iniciarte poco a poco. No sabes cómo golpear con una fusta por lo que no es buena idea que quieras colocar pinzas en el coño de tu puta. Todo debe hacerse de forma pausada, subiendo de nivel a medida que vas conociendo tu cuerpo y el de tu pareja de juegos.

Por último, decir que pueden realizar una sesión BDsm más de dos personas. Es muy habitual que una Dómina tenga varios sumisos, o que tú como Amo quieras disfrutar de varias esclavas que laman tus pies suavemente mientras otra sumisa te come la polla.

Las posibilidades dentro del BDsm son infinitas y los únicos que marcáis los límites sois los participantes de la sesión.