Una de las fantasías más habituales que muchos de vosotros deseáis cumplir es una sesión de sado. Y es que, aunque a veces la imagen del sadomasoquismo se asocia con la tortura sin sentido, se aleja bastante de la realidad. ¿Te gustaría cumplir esta fantasía sexual con una escort de San Sebastián o cualquier otra región? Te enseñamos todo lo que debes saber.
Antes de seguir, hay que tener en cuenta que no todas las prostitutas realizan esta práctica del BDsm. El sadomasoquismo requiere una fortaleza mental alta, además de una gran tolerancia al dolor, aunque siempre te puedes iniciar con una sesión vainilla, donde unos simples azotes te serán más que suficientes para cumplir este morbo. Pero, si quieres disfrutar de esta experiencia al cien por cien, deberás buscar una escort sado.

Qué es el sado y qué significa?
Para empezar, cuando nos referimos al sado dentro del mundo del BDsm, hablamos del acrónimo sadomasoquismo, que une los términos sadismo y masoquismo. En el caso del sadismo, nos referimos a la persona que obtiene placer al dominar y castigar a su sumisa o sumiso. Para ello, se realizan actos de crueldad y dominio.
En cambio, el masoquismo, o masoca, hace referencia a la persona que obtiene placer al ser dominado o maltratado. Habrás visto que utilizamos términos muy duros y que se asocian a actos violentos. Nada más lejos de la realidad. Para empezar, igual que pasa con cualquier otra experiencia dentro del BDsm, como las ataduras Shibari, hablamos de una práctica consensuada. ¿Esto qué significa? Pues que tanto tu como la escort de Bilbao o cualquier otra localidad con la que vayas a disfrutar de una sesión de sado, tenéis muy claro a lo que vais.
Como curiosidad, decir que el término sadismo viene del escritor y filósofo francés Marques de Sade. Sí, el autor de esas obras de sadismo sexual que tan cachondo te pone. Como habrás podido comprobar, no tiene nada que ver con las actitudes sádicas de un asesino en serie o un psicópata. El sexo es vida y cada uno lo disfruta como le apetece.

Cómo empezar una sesión de sado
Ahora que ya tenemos claro en qué consiste el sado, vamos a hablarte de los primeros pasos a seguir para disfrutar de esta experiencia BDsm. Como te hemos comentado, es muy importante que busques una escort que tenga algo de experiencia en este mundo, ya que así os evitaréis los dos pasar por una mala experiencia.
Una vez hayas encontrado a la puta que necesitas, toca establecer los roles. Uno de los dos será el dominante, el otro el sumiso. Evidentemente, el dominante será el que infligirá los diferentes castigos a su juguete. Pero, antes de empezar la sesión sadomasoquista, hay que marcar los límites.
Para empezar, ya hemos dicho que todo tiene que ser consensuado, por lo que has de dejar muy claros los límites ante todo lo que se va a hacer durante la sesión sado con la puta. De antemano, deberás pactar los límites del dolor, qué es lo que se puede y no se puede hacer, además de la palabra de seguridad.
Respecto a pactar los límites de dolor, es un hecho que no se puede calibrar de forma exacta cuál es el límite de una persona. Lo que debes hacer es hablar de los juguetes que se van a utilizar para saber a qué está dispuesta tu pareja de juegos. No es lo mismo dar unos azotes en el culo con una fusta, o utilizar cera de velas calientes, a torturas más extremas como utilizar un látigo en la planta de los pies, o hacer fisting y utilizar pinzas en los pezones, por poner algún ejemplo.

Respecto a lo que se puede o no se puede hacer, no solo tiene que ver con el dolor. También hay que establecer los límites sexuales. A lo mejor tu puta no quiere que te folles su boca como un animal, o que le folles el culo de forma salvaje. Y, si eres tú el masoca, igual no te hace gracia chupar un dildo. Páctalo todo de antemano.
Por último, tenemos la palabra de seguridad, el elemento más importante de cualquier sesión BDsm, independientemente de la práctica sexual que vayáis a realizar. Hay que tener dos palabras, una para avisar que se está llegando al límite del dolor, y una segunda que servirá para finalizar de forma inmediata lo que se está haciendo.
Lo más habitual es utilizar «amarillo» cuando se está llegando al límite. De esta manera, el dominante sabrá que la sumisa o el sumiso no puede más y aflojará un poco el castigo. En el caso de «rojo», es el término utilizado para finalizar de forma inmediata lo que se está haciendo. Da igual lo cachondo que estés, rojo es rojo.
Sado en grupo
Dentro del sado, puedes realizar esta práctica solo con tu puta o en grupo. Aquí tienes muchas opciones ya que, puedes pactar con una puta montarte una buena fiesta con varios amigos usándola como la zorra que es. O que ella sea la Ama que os domina a cada uno de vosotros como los animalitos que sois.
Por otro lado, también puedes disfrutar de dos Dóminas o sumisas con las que cumplir tus fantasías más cerdas. Lo más importante es divertirte, y ya sabes que, cuantos más, mejor. Evidentemente, se aplican las mismas reglas en el caso anterior, por lo que pactad de antemano todo lo que se va a realizar en la sesión de sadomasoquismo.
Sado vainilla
Aquí entramos en una versión del sadomasoquismo que los más puristas critican. Como en cualquier juego de rol, aunque en este caso sea de contenido sexual, hay gente que considera que se tienen que seguir las normas del BDsm al pie de la letra. Nada más lejos de la realidad.
El sexo está para divertirse, por lo que, igual no te gusta la idea de poner pinzas en los pezones, o que te pisen los huevos. Pero en cambio, dar unos azotes a tu pareja mientras permanece inmovilizada, o sufrir el calor de la cera de una vela en tu espalda mientras lames con fruición los pies de tu Ama.
Nos referimos a sado vainilla como una versión edulcorada de esta fantasía sexual. Sí, inflingirás o sentirás dolor, pero de forma mucho más suave. Esta modalidad es ideal para los que se inicien en este tipo de juegos sexuales. ¿Eres un principiante? Mejor empieza poco a poco, luego es muy desagradable gritar rojo como un animal mientras te pisan las pelotas.

Prácticas habituales dentro del sadomasoquismo
Dentro de una sesión sado tenemos una gran cantidad de juegos que se pueden realizar, pero vamos a resumirlos en los más importantes, para que te puedas hacer una idea de las diferentes prácticas que se suelen realizar cuando se disfruta de una de las fantasías sexuales más morbosas que hay.
Privatización: consiste en eliminar alguno de los sentidos. Lo más habitual es la vista, y para ello se utiliza algún tipo de antifaz que cubra completamente la cara o parte de ella. Con ello, el sumiso no sabrá lo que se le va a hacer, además de potenciar otros sentidos.
Inmovilización: un habitual en cualquier práctica sadomasoquista es la inmovilización del sumiso o sumisa. Se pueden utilizar esposas, cuerdas o cualquier elemento que este en tu mano para que tu juguetito no se pueda mover.
Castigo: la base del sadomasoquismo es el castigo. Para ello, se utilizarán las herramientas que el Amo considere oportunas. Puede usar sus propias manos, fusta, látigo, velas, juguetes sexuales… La idea es inflingir dolor a tu sumiso en la forma que más te apetezca.
Sexo: aunque el sexo no es imprescindible en una sesión sado, lo más probable es que quieras acabar follando con tu sumisa. Ojo, si eres tú el masoquista, lo más probable es que, como mucho, te ganes una miserable paja si tu Dueña considera que te has portado muy bien. En cambio, si el que manda eres tú, y lo habéis hablado previamente, podrás follarte su boca o violarle el culo a tu puta sin piedad.

Material y ropa sado
Hay que tener en cuenta que, aunque con unas cuerdas sencillas ya te puedes montar una sesión sadomasoquista con tu puta, lo ideal es tener algún que otro elemento que permita crear un ambiente más real. Para empezar está la ropa: es muy importante que el Dueño vaya bien vestido, si es posible incluso con traje de chaqueta, y que la sumisa vaya vestida como la puta que es.
Una de las imágenes más habituales dentro de esta fantasía sexual, es que predomine el cuero. Déjate de líos, si te gusta úsalo, si no te pone cachondo, ¿para qué seguir las directrices? Recuerda, la base de este morboso juego es pasarlo bien, no seguir las normas al pie de la letra.
Respecto al material utilizado para realizar una sesión de BDsm, estamos en las mismas. Lo más lógico sería tener diferentes juguetes, como fustas, látigos, pinzas, dildos o velas. Ten en cuenta que las velas deberían ser de baja temperatura, para evitar posibles quemaduras.
Pero, lo más importante es pasárselo bien, así que puedes utilizar utensilios de cocina, como la pala para remover la comida como fusta de emergencia. O tus manos. Te lo vas a pasar realmente bien, y eso es lo importante.
¿Cómo sería una sesión sado con una puta?
Por último, te vamos a mostrar un ejemplo de cómo sera una sesión de sadomasoquismo con una escort. Para este ejemplo, vas a ver el rol de Amo y el de sumisa. Lo ideal sería tener una sala habilitada para tus prácticas sado, pero como no todas las prostitutas disponen de una sala de tortura, aunque se pueden alquilar, lo puedes hacer perfectamente en casa.
¿Vas a utilizar una habitación? Pues prepárala para darle un toque diferente. Utiliza velas para iluminar la estancia, así tendrá un toque diferente. También tendrás un altavoz Bluetooth para reproducir música, ya que puede servir como precedente al inicio de la sesión. En el momento en el que empiece a sonar una melodía, se acaba la charla y tanto el Amo como la sumisa se pondrán en serio. Lo ideal es utilizar música tranquila, la clásica es ideal, pero puedes hacerlo a tu gusto. Comencemos con el ejemplo.

El Amo, vestido con traje de chaqueta entra en la habitación. Como debe ser, la sumisa le espera perfectamente arreglada, vestida como la puta que es, además de estar maquillada. Debe estar perfecta para su Dueño. No se dirigirá a su Amo a no ser que éste le diga alguna cosa. Sino, recibirá su castigo.
Para empezar, el Dueño se sentará en la cama y ordenará a su sumisa que le quite los zapatos. Puede ordenarle que le vaya dando un suave masaje en los pies. ¿No le gusta lo suficiente? Empieza el castigo. Por ejemplo, unas primeras bofetadas para marcar la cara de la zorra y que le quede claro quién manda.
El siguiente paso, será hacer que la perra se vaya desnudando poco a poco. Debe deleitarte con sus movimientos mientras se va quitando la ropa. ¿Consideras que lo ha hecho bien? Prémiala con alguna caricia. ¿Lo ha hecho mal? Entonces, ponla sobre tu regazo y castiga su culo con unos azotes.
Una vez la puta haya recibido su premio o su castigo, tocará organizar todos los juguetes que vas a utilizar. Evidentemente, ella deberá ver en todo momento lo que vas a utilizar, así que el Amo la obligará a mirar mientras se deleita ordenando cada uno de sus juguetes sexuales.

Pero claro, no hay que ponerle las cosas fáciles a la perra, así que el siguiente paso, antes de empezar con la acción, será taparle los ojos. De esta manera no sabrá con qué juguetes vas a empezar, además de poder divertirte jugando con sus sentidos. Lo ideal es ir subiendo el nivel poco a poco, así que se empieza jugando, por poner un ejemplo, con un cubo de hielo.
Empiezas a pasárselo por el cuerpo, dedicándole tiempo a sus zonas más erógenas, como los pezones o el coñito. No hay nada más morboso que alternar el frío del hielo para luego calentar la zona con tu lengua. Poco a poco irás notando que sus pezones se endurecen, que el vello de su piel se eriza. Sabes que estás haciendo un buen trabajo.
Ahora, el Amo coge una de las velas de baja temperatura y la prueba sobre su mano. Un buen Dueño siempre ha de probar sobre sí mismo todo lo que va a hacer, dentro de sus posibilidades, para poder calibrar mejor el dolor que va a inflingir a su sumisa. No tiene prisa, además puede aprovechar para que su esclava le vaya chupando la polla mientras prueba la cera.
Cuando lo tenga claro, le cogerá del pelo como a la puta que es y la arrastrará a la cama para seguir con su sesión sado. Un poco de cera en la espalda para empezar es lo mejor. Es la zona con la piel más dura, por lo que podrá ver cómo se comporta la zorra ante uno de los primeros estímulos.
Luego, la obligará a ponerse a cuatro patas para atarle las manos a la espalda y tenerla inmovilizada para dar rienda suelta a su imaginación. Puede azotar su culo, las plantas de los pies, retorcer pezones, violarle la boca con un dildo, azotar tu pechos… Cualquier cosa que se le ocurra para divertirse y disfruta de una experiencia sado con una puta en tu zona.